
Los chequeos médicos anuales que nos debemos realizar los adultos son muy importantes para detectar posibles inconvenientes en nuestra salud. De la misma manera, las visitas al pediatra, médico de cabecera de nuestros hijos, son importantes porque son ellos los especialistas que nos brindan asesoramiento en todas las dudas que nos surjan en cuanto a la salud, nutrición y aplicación de vacunas.
Es importante encontrar un pediatra de confianza, sobre todo cuando eres madre primeriza, alguien con quien no sólo puedas sentirte asistida en cuanto a la salud de los pequeños, sino alguien que también sea capaz de escucharte y contenerte en los primeros pasos que das como madre.
Recuerdo que para hallar el pediatra de mis hijas tardé algún tiempo. Concurría a diferentes consultorios, pero realmente sentía que los profesionales me despachaban. Hasta que encontré a la Doctora Isabel Moroni, con quien establecí una relación de confianza y diálogo, que perdura hoy en día, después de haber llegado por primera vez a su consultorio hace ya 13 años.
Hoy te quiero acercar información acerca de por qué son importantes las visitas periódicas al pediatra.
Mejor prevenir que curar
Según los pediatras, existen los medicamentos de rescate, los que te recetan cuando se presenta el problema, y los medicamentos de control, que se recetan para evitar un estallido de cualquier situación en el niño, es decir, cuando a través del control periódico el pediatra descubre una afección crónica.
Dos de los problemas más comunes que los pediatras suelen tratar los pediatras en la época invernal, son los eczemas y el asma, de los cuales vamos a hablar aquí.
Ezcemas
Sucede que durante el invierno la piel se reseca y esto se debe a la combinación de un ambiente seco, aire frío del exterior y climatización de los ambientes interiores. Esto trae como consecuencia que algunas zonas se irriten, aparezca la comezón, y por consiguiente los niños se rasquen y se lastimen, produciendo en la piel, irritación e inflamación. Es lo que generalmente se llama piel atópica que son aquellas pieles que no poseen un manto hidrolipídico normal, y provoca que esas zonas de la epidermis se queden sin la protección natural que deberían tener.
La terapia de control es la aplicación de cremas hidratantes específicas, previa consulta con un dermatólogo infantil si fuera necesario.
A mi hija mayor le detectaron piel atópica, luego de mi desesperación al ver que incluso muchas de sus zonas afectadas supuraban de tanto que se rascaba y se irritaba, especialmente detrás de las rodillas. La solución llegó con una crema de uso diario, hecha en base a avena y baños de inmersión con agua tibia, diluyendo en el agua avena. También en las zonas más afectadas debía aplicarle otra crema que contenía corticoides, aunque esto era solamente si estaba muy irritada.
Asma
Existen muchos medicamentos para el tratamiento del asma. Como cualquier enfermedad, su gravedad puede variar, por lo que los asmáticos graves deberán tomar medicamentos diarios para su tratamiento. Por el contrario, hay pacientes que no sufrirán ataques graves, por lo tanto sólo necesitarán medicamentos de control.
El objetivo de los pediatras es mantener estas enfermedades controladas para no afectar la calidad de vida de los pequeños. Y nuestro objetivo, debe ser ayudarlo manteniendo la periodicidad en las visitas de control.